Fueron varias horas las de agonía para Ana Eliana Alonso Franco que murió luego de ser sometida a una liposucción en una clínica particular. Ella dejó viudo a Juan Carlos Arriaga y huérfana a una pequeña niña, todo por lucir un mejor cuerpo.
La muerte es el principal riesgo para quienes se someten a cirugías estéticas, la mayoría de estos casos se presentan en clínicas clandestinas como le sucedió a Paola Reyes quien pensó que le faltaba más volumen las nalgas y que necesitaba una liposucción entonces decidió que la intervinieran.
Un letrero “Clínica de Cirugía Plástica Y Estética” colocado en una vieja casa de la avenida Orellana (Quito) llamó su atención “Ese es el lugar”, pensó seguramente. Y entró en la clínica, donde le dijeron que la operación tenía un riesgo bajísimo y un precio bastante cómodo.
Lo que Paola no sabía era que se trataba de una clínica clandestina (sin registro en la Dirección Provincial de Salud). No sospechaba tampoco que en el quirófano en que iba a ser operada existía lo que los médicos conocen como una “solución de continuidad que no garantizaba la asepsia”, es decir, la interrupción de secuencia del quirófano que no permite se esterilice correctamente.
Eso le costo la vida, ya que ingresar a un quirófano para embellecer o mejorar la imagen corporal es una intervención de rutina que se debe tener en cuenta una serie de precauciones fundamentales, como el total conocimiento de los riesgos y beneficios posibles.
Además lo mas importante hacer una acertada elección del profesional, uno de los riesgos más comunes es la rotura o pérdida que se puede producir en los implantes lo cual puede producir una reducción en el tamaño, dolor o hinchazón.
Los métodos más frecuentes que emplean estos impostores son las inyecciones remodelantes de cera, silicones líquidos, aceites minerales u otros productos que no han sido aprobados científicamente, el charlatán tiene la idea de que su método es muy bueno, por lo que continúa con su uso y lo difunde, pero es evidente que él no vivirá con las secuelas.
En otros casos a pesar de no causar la muerte igual una cirugía provoca inconvenientes que ponen en riesgo la salud, para Elisa Santana, de 23 años, no fueron satisfactorios los resultados de la rinoplastia que se realizó en Manta, porque días después de su operación se le presentó un sangrado por la boca, al mirarse al espejo se percató que tenía una especie de coágulo de sangre, trato de desgarrarlo y al observar que no salía introdujo sus dedos para expulsar lo que le impedía respirar; para su sorpresa, era un trozo de gasa que el médico olvidó sacarlo de la nariz durante la operación. Pero no fue lo único que le dejo inconforme, sino también las notorias cicatrices de las suturas en las incisiones alrededor de la nariz.
A pesar de la inconformidad, Santana se realizó una nueva intervención quirúrgica, esta vez en Guayaquil, una lipoescultura moldeadora que consiste en sacar grasa en brazos, piernas, espalda, abdomen (alto, medio, bajo) para implantárselas en glúteos y caderas; por medio de los hilos brasileros se realzo las pompis. En la actualidad Elisa aspira reconstruirse las mamas en Colombia.
Esta claro que la cirugía cosmética tiene la finalidad de realizarse cambios en el organismo, cuando se operan es para verse mejor, la consecuencia es que se sentirá bien anímicamente. Sin embargo, los charlatanes existen y con el afán de ganar dinero fácil se aprovechan de la desesperación de las personas, ofreciéndoles cambios milagrosos mediante procedimientos que desconocen o que son peligrosos, resultando que algunos de ellos ni si quiera son médicos.
Las consecuencias de estas complicaciones se pueden corregir mediante una o más operaciones adicionales, excepcionalmente puede quedar algún defecto estético, ocurrir daño funcional permanente o aún la MUERTE.
La portovejense Karla Intriago, de 24 años, confiesa que se opero los senos después de tener una mala experiencia al ingresar a una tienda de ropa, donde se probó una blusa que le pareció sexy pero que al vérsela puesta sintió “horror” y tomó la decisión de aumentarse las mamas. Como no tenía nada de senos al ubicarse los implantes, la piel se le estiró, según ella porque estaba dándole espacio a algo que no existía antes y que ahora está.
“El dolor fue apenas de dos días, luego pasó, nunca sentí malestar, te juro soy feliz con mis senos”, fue lo que expreso Karla.
El cirujano Pablo Guerrero manifiesta que el 20% de sus pacientes mujeres llegan para realizarse una mamoplastia de aumento con el fin de tener una silueta atractiva.
Si las glándulas mamarias se atrofian en el camino, no hay otra elección mejor que los implantes mamarios, los médicos estéticos coinciden en que el aumento de mamas es un procedimiento seguro, siempre y cuando se realice por un cirujano idóneo, pero como cualquier intervención quirúrgica existen dificultades como el de la contractura capsular, es decir, la cicatriz interna que se forma alrededor del implante, el mismo que a veces se contare en exceso produciendo endurecimiento de la mama.
En algunas mujeres a veces se presentan infecciones alrededor del implante, en este caso se retira el implante por algunas semanas hasta desaparecer la infección, por eso se debe tomar en cuenta las recomendaciones del doctor antes y después de alguna intervención.
Recomendaciones.
Quienes se encuentran interesados en someterse a una intervención quirúrgica, la mejor alternativa es acudir a un cirujano plástico certificado para iniciar el tratamiento que busque revertir los problemas que se presentan, se considera que se puede denunciar en caso de impostores a fin de recibir asesoramiento sobre los recursos y vías legales a su alcance.
Las cirugías plásticas en ocasiones se la práctica por cirujanos no capacitados que la llevan a cabo en el propio consultorio médico, lo cual puede aumentar el factor de riesgo, ya que de producirse en un hospital la asistencia sanitaria es mayor y de manera más rápida, es así que de estar en manos de un buen especialista, el lugar donde se practica y el tiempo que se emplea para ello son factores que aumenta o disminuye el riesgo en la operación.
En toda intervención existe una cicatriz y la misma que puede evolucionar de acuerdo con los genes del paciente y con lo que él haga o deje de hacer durante su recuperación; ese proceso incluye la posibilidad de hemorragias, moretones, hinchazones y bultos bajo la piel, tampoco se puede retornar la actividad normal por un tiempo.
Luego de los retoques que el paciente adquiere, pasan unas dos semanas hasta que se pone de pie, todavía con cicatrices y moretones visibles. De igual forma, se necesitan alrededor de seis meses para que todo vuelva a su lugar y en un año para ver los resultados.
Muchas veces estas intervenciones quirúrgicas salen en perfectas condiciones y no hace falta revertir una operación, pero esto no significa que los resultados sean permanentes, es posible querer mantener los senos firmes y la silueta perfecta para siempre; el paso del tiempo, la dieta entre otras, podrán generar que se engorde unos kilos y que los senos se caigan. En el caso de la liposucción, la persona va a mantener el peso que perdió o engordará en ese u otros lugares del cuerpo.
Una persona que se encuentra en un estado de depresión no está en condiciones de ser operada y se debe entender que el cirujano sólo puede mejorar las formas físicas, no los problemas familiares o espirituales. Por lo tanto, buscar al profesional idóneo es la tarea primordial, se estima que por lo menos se debe consultar tres especialistas para poder comparar.
Opiniones
Lo necesario para ser valoradas es la esencia, más no la apariencia. Fátima Macías, 26 años.
Si te quieres sentir mejor contigo misma, esta bien realizarte la cirugía, es decisión de cada persona. Gladys Zavala, 24 años.
Para encontrar pareja o trabajo, lo importante es ser una persona inteligente y astuta, el cuerpo es momentario. Paola Chávez, 21 años.
Las cirugías estéticas hoy en día es una vanidad por el cual a veces conlleva a resultados no deseados para cualquier sexo sea hombre o mujer. Gabriel Zambrano, 25 años.
En las reinas es importante se realicen unos retoques necesarios para lucir mejor pero sin exagerar o sin necesidad de someterse a bisturí mantenerse con dietas, ejercicios, etc. Susana Fernández, 49 años.
Asesora de mises.
No podemos llamarle “problema o solución” a la cirugía, a mi juicio es una herramienta que pretende solucionar problemas estéticos en las personas. Si la cirugía es mediocre naturalmente será para el paciente un problema y si el resultado es bueno y satisface las expectativas del paciente, sin duda será una solución. Guillermo Motta.
Psicólogo.
Por: Frella Alvarado, Jorge Carreño, Gabriela Fernandez, Kenia Quintero y Sufen Huang Li